Tientos del viento

Tientos del viento

Tientos del viento, del viento,
que al silbar en mis cristales,
me envenenó el pensamiento
con las ducas más mortales.

La calle está sola
sin una farola en la madrugá,
y el aire va y viene,
clavando en mis sienes una puñalá.

Las palabritas que te dijo esta tarde
no son, s'entrañas, más que palabritas,
que son las mismas que repite, cobarde,
tanto a las feas como a las bonitas.

Recuerda, morena, que su juramento,
como estás hecho de polvitos y arena,
polvitos y arena, se lo ha llevaíto el viento.

Tientos del viento, del viento,
que creí de tal manera,
que imaginé que era cuento
lo que aquel hombre dijera.

Mi calle está sola
sin una farola, sin una verdad.
Aquel mozo bueno
dejó en mi terreno pa siempre jamás.

Las palabritas que te dijo esta tarde
no son, s'entrañas, más que palabritas,
que son las mismas que repite, cobarde,
tanto a las feas como a las bonitas.

Recuerda, morena, que su juramento,
como estás hecho de polvitos y arena,
polvitos y arena, se lo ha llevaíto el viento.