Un cuento
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Un cuento
Ahora mismo, señores,
Les voy a contar un cuento
Que es en verdad historia,
Pues sucedió en un tiempo (1909)
Del que ya nadie se acuerda
Pues nadie guarda el recuerdo
Por faltar buena memoria,
Y si yo de él me acuerdo
No es porque sea más listo
Ni porque esté más cuerdo,
Sino porque lo tengo escrito
En un antiguo cuaderno
Que me regaló mi padre
Y a él le dio mi abuelo.
Sólo lo contaré una vez;
Tendrán que cogerlo al vuelo
Quienes lo quieran aprender
Para contarlo a sus nietos,
Si esa fuera la intención
De alguno de los que veo.
Lo contaré en poesía,
Romance del romancero,
Para que lo entienda Dios
Y los que van por el suelo.
Puesto que voy a empezar
Con el primer movimiento,
Tomen todos una silla
Y ocupen un asiento,
Que en seguida, ya no más,
Empezaré a dar comienzo
Al relato más heróico
Que nos han dado los tiempos.
Narraré de forma normal,
De igual modo que lo siento,
Y que nadie se atreva a
Decir o pensar que miento,
O que lo que me escuchan
Es como un esperpento,
Que tengo poca correa
Y a alguien le doy un tiento.
El relato lo voy a contar
Hasta su último aliento
De manera tan natural
Que saldrá al primer intento,
Para que la narración
No les sea un tormento.
Ya no voy a retrasarme
En dar principio y comienzo,
Hagan el favor, siéntense
Y cese tanto revuelo.
Oirán hechos sorprendentes
Que servirán de alimento
Para sus parcas seseras,
De tan escaso cerebro;
Esto no es un insulto
Sino, antes bien, un hecho.
Así, que voy a empezar
Por donde empieza el cuento,
Y este cuento no será
Como el de María Sarmiento,
Que cuando iba a defecar
Fue y se la llevó el viento;
Mi cuento es pura verdad
Debajo del firmamento,
Que yo bien puedo jurar
Que ni en una miaja miento,
Y lo que en él es contado
De mucho conocimiento.
Sea una vez empezado,
Ruego guarden silencio
Y que no se me interrumpa
Con aplauso o carraspeo,
Para que yo no me olvide
De cómo siguen los versos,
Pues ando mal de memoria
Y de ojos peor, yo creo.
Haré un alto alguna vez
Por recuperar aliento,
No crean que es final
Cuando vaya a pasar esto,
Que esperándose un poco
Volveré a hablar de nuevo.
Abran todos sus oídos
Para escuchar un portento,
Una historia tan excelsa
Que a todas saca pecho,
Y por mucho que otras corran
Siempre les sacará un trecho.
No más me demoro ahora
En darle al cuento serjo,
Pues por no aburrirles más,
Raudo, ya mismo comienzo;
Pero tanto estar de pie…,
Haciendo más de mil gestos,
Hacen que esté fatigado,
Ha sido mucho esfuerzo;
Ahora estoy muy cansado,
Vuelvan en otro momento
Les voy a contar un cuento
Que es en verdad historia,
Pues sucedió en un tiempo (1909)
Del que ya nadie se acuerda
Pues nadie guarda el recuerdo
Por faltar buena memoria,
Y si yo de él me acuerdo
No es porque sea más listo
Ni porque esté más cuerdo,
Sino porque lo tengo escrito
En un antiguo cuaderno
Que me regaló mi padre
Y a él le dio mi abuelo.
Sólo lo contaré una vez;
Tendrán que cogerlo al vuelo
Quienes lo quieran aprender
Para contarlo a sus nietos,
Si esa fuera la intención
De alguno de los que veo.
Lo contaré en poesía,
Romance del romancero,
Para que lo entienda Dios
Y los que van por el suelo.
Puesto que voy a empezar
Con el primer movimiento,
Tomen todos una silla
Y ocupen un asiento,
Que en seguida, ya no más,
Empezaré a dar comienzo
Al relato más heróico
Que nos han dado los tiempos.
Narraré de forma normal,
De igual modo que lo siento,
Y que nadie se atreva a
Decir o pensar que miento,
O que lo que me escuchan
Es como un esperpento,
Que tengo poca correa
Y a alguien le doy un tiento.
El relato lo voy a contar
Hasta su último aliento
De manera tan natural
Que saldrá al primer intento,
Para que la narración
No les sea un tormento.
Ya no voy a retrasarme
En dar principio y comienzo,
Hagan el favor, siéntense
Y cese tanto revuelo.
Oirán hechos sorprendentes
Que servirán de alimento
Para sus parcas seseras,
De tan escaso cerebro;
Esto no es un insulto
Sino, antes bien, un hecho.
Así, que voy a empezar
Por donde empieza el cuento,
Y este cuento no será
Como el de María Sarmiento,
Que cuando iba a defecar
Fue y se la llevó el viento;
Mi cuento es pura verdad
Debajo del firmamento,
Que yo bien puedo jurar
Que ni en una miaja miento,
Y lo que en él es contado
De mucho conocimiento.
Sea una vez empezado,
Ruego guarden silencio
Y que no se me interrumpa
Con aplauso o carraspeo,
Para que yo no me olvide
De cómo siguen los versos,
Pues ando mal de memoria
Y de ojos peor, yo creo.
Haré un alto alguna vez
Por recuperar aliento,
No crean que es final
Cuando vaya a pasar esto,
Que esperándose un poco
Volveré a hablar de nuevo.
Abran todos sus oídos
Para escuchar un portento,
Una historia tan excelsa
Que a todas saca pecho,
Y por mucho que otras corran
Siempre les sacará un trecho.
No más me demoro ahora
En darle al cuento serjo,
Pues por no aburrirles más,
Raudo, ya mismo comienzo;
Pero tanto estar de pie…,
Haciendo más de mil gestos,
Hacen que esté fatigado,
Ha sido mucho esfuerzo;
Ahora estoy muy cansado,
Vuelvan en otro momento
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