A tu vera 2013: Análisis de la gala 9
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A tu vera 2013: Análisis de la gala 9
Aquí os dejo mi análisis de la novena gala oficial de “A tu vera”. Voy a valorar las 9 actuaciones individuales, las tres corales y los dos retos
Reto inicial: Coral VS Miguel Ángel: Ay pena penita pena
Coral: La ejecución de la canción ha sido correcta con alguna desafinación esporádica. Sin embargo, creo que a nivel interpretativo ha faltado mucho para llegar a hacer una versión eficaz. A Coral le ha faltado fuerza, garra, poderío, y en general, no ha transmitido tanta emoción como otras veces. Esto es una canción que se da mucho a utilizar matices, para que cada “penita, pena” suene de manera diferente. Yo creo que Coral tenía que haber exprimido mucho más vocalmente este tema, y no usar como único punto de fuerza la puesta en escena. En canciones como esta, una buena base escénica no es suficiente. Hay que buscar la emoción a partir de la voz, y hoy he visto a Coral demasiado fría, como en una coraza. Bien cantado, pero no contado. Ha faltado mucha más densidad dramática. Un 5.
Miguel Ángel: El color de voz del retante se fundía mejor con el tipo de canción. La voz de Coral resulta muy neutra, lo cual obliga a tener que reforzarse para llegar al matiz idóneo en temas tan densos como estos. En cambio, la voz natural de Miguel Ángel resulta mucho más transmisora, portadora de matices inherentes (sin tener que buscarlos). Yo creo que ha enfocado la interpretación de una manera más inteligente que su rival. Llegar a la fuerza, la raza y la garra de Lola Flores es un reto muy difícil, así que ha optado por hacer una versión mucho más recogida e intimista, de tal forma que ha conseguido dar con la clave del tema (el lirismo) de una manera mucho más intuitiva y natural. Es verdad que en puesta en escena y expresión corporal ha sido muy pobre y había un desequilibrio entre lo que dice la voz y lo que dice el cuerpo (la cara, las manos). No obstante, a pesar de los nervios y los fallos técnicos, ha exprimido mucho más el tema que su rival, y se ha peleado por meterse en las entrañas. A lo mejor no todo lo que ha hecho es correcto (ha faltado más fuerza) pero ha sido válido. Un 6.
Marceliano: Sombra de mi sombra
Está claro que Marceliano ha salido al escenario con una actitud de derrotado y eso le ha pasado factura desde el principio hasta el final. Lo he visto muy dubitativo tanto en la letra como en la interpretación. Cuando surgen vacíos técnicos, todo esto acaba afectando a las demás áreas y el receptor sale de la atmósfera creada (no se mete en el tema) e incluso lo pasa mal. Yo lo he pasado muy mal viéndolo, con esos nervios, con esas inseguridades, con esa voz temblorosa, sin saber qué hacer, sin rematar sus intenciones dramáticas. No se ha creado un producto ni dramático ni vocal ni escénico. Se nota que hay materia prima (una voz con un color muy efectista, muy moldeable). Lo que pasa es que no se aprovecha nada, no se matiza. A los fallos técnicos (desafinaciones, errores de compenetración con la orquesta) hay que unirle la nula puesta en escena y expresión corporal (los ojos casi siempre están cerrados, el concursante permanece muy estático, sin apoyarse de gestos). El problema es que todo esto crea como una bola que impide que fluya el corpus lírico, y por tanto, no haya flujo dramático (no haya actuación). Detecto que hay buena intención dramática (Marceliano se sitúa en el registro correcto y entiende la teoría del tema). Lo que pasa es que luego en la práctica no sale bien. Le pongo un 3,5.
José: Pena Mora
Valoro positivamente la contención que ha tenido hoy. Uno de los vicios de José es la tendencia al descontrol y a la transmisión desbordada de sentimientos sin dosificación ni gradación. Hoy lo he visto mucho mejor estabilizado en la parte dramática, sin exageraciones, con una expresión facial muchísimo mejor proyectada. Ha empezado mucho más natural y poco a poco ha empezado la parte lacrimógena, de menos a más, introduciendo de manera suave todo el lirismo del tema. En lugar de empezar ya llorando, hemos visto cómo José se ha ido rompiendo poco a poco. Es verdad que en esta canción ha dejado aflorar de manera excesiva el componente flamenco. No lo voy a penalizar en exceso (ya que no afea ni quita sentido dramático), pero no hubiera estado mal controlarlo un poquito para dar más naturalidad a la voz. Quizá le ha faltado potenciar más la parte escénica (algún movimiento) y corporal (algún gesto). Una vez ha aprendido a dosificar el dramatismo (objetivo cumplido en esta actuación), hay que dar un paso más: intentar que esos elementos dosificados resulten más espontáneos, más naturales, salgan del corazón y no tanto de la cabeza. Por ejemplo, la mirada. José planifica lo que hace. Hay veces que la planificación debería combinarse con improvisación, dejándose llevar por el contenido del tema para que así el receptor se lo crea más. A nivel técnico ha habido algunos fallos importantes en los graves. Le pongo un 6,5.
Sonia: Encrucijada
Dar este tema a una persona tan apasionada como Sonia puede convertirse en un arma de doble filo, ya que los ecos de Marifé son muy tentadores en un tema tan desgarrador e intenso como este. Lo fácil es dejarse llevar por esa vena visceral y barroca, con peinetas por el suelo y grandes alardes vocales. Por eso, creo que Sonia ha hecho una buena elección al hacer una versión ecléctica, dejando las altisonancias única y exclusivamente para los segundos más intensos del tema, y dejar como velocidad de paseo, un enfoque muchísimo más dulce, intimista y recogido. Yo creo que la actriz se ha combinado perfectamente con el personaje. Sin tanta exageración, Sonia ha conseguido extraer muchos matices de la historia que se cuenta y darle a su personaje una psicología con más empatía, cercanía y sintonía con el público. A mí las versiones grandilocuentes de “Encrucijada” no me gustan. Prefiero productos como los de Sonia, muy profesionales, y que juegan y exprimen mejor todos los tonos y matices que puede tener ese contenido. Me ha gustado mucho el recitado final, la mirada a cámara y la interacción con el bailarín. Cuando hay pasión y lo vendes así de bien salen productos como este. Le doy un 9,5.
Natalia: Mañana sale
Yo de este tema he oído muchas versiones, y la de Natalia ha sido una de las mejores. Esas pinceladas flamencas le han dado mucha frescura y un aire muy innovador (además, se daba a ello). Este tipo de experimentos son muy arriesgados, y en este caso hay que reconocer que ha salido muy bien, ya que lo flamenco ha quedado en su justa medida. El “cameo” al puesto de lotería de doña Manolita, ha dejado un producto excelentemente dramatizado. Volviendo a analizar el tema, he bajado el volumen de la pantalla, y he podido comprobar cómo Natalia ha dado muchísima profundidad casi microscópica a cada detalle (que podía traducirse en un gesto, en una mirada, en un movimiento). Yo creo que ha sido una de las actuaciones más perfectas en ese sentido, ya que ha sorprendido y ha captado en todo momento la atención del espectador, creando una atmósfera que te deja absorto desde el principio hasta el final. Cuando creas una atmósfera así, significa que la pasión ha sido máxima. Parece que Natalia ha cogido una línea de actuaciones que rozan el sobresaliente. Me ha encantado la interacción con la escena. Le doy un 9.
Verónica: Soy una feria
Es verdad que el tema no le pegaba mucho a Verónica. Es un tipo de registro para el que se requiere mucha energía escénica. Tantas subidas, bajadas, golpes de cadera, movimientos para un lado, para otro, tienen el inconveniente de descolocar y desestabilizar la voz. Por eso, he notada a Verónica con una voz más agitada, con problemas para controlar las respiraciones y una voz algo cansada en la segunda parte. De todas formas, no ha habido desafinaciones graves, y para la energía que requería el tema lo ha solventado de una manera correcta.
No la he visto tan cómoda como otras veces, pero hay que reconocer que ha hecho una versión muy personal, ha hecho un ejercicio importante a la hora de saber venderlo (no sólo con voz), y aunque no haya estado tan natural y fresca como otras veces, sí ha sabido adecuarse al registro, ha cumplido con las directrices dramáticas básicas y ha puesto “cierta gracia” (aunque no toda la que debería). Imitar a Gracia Montes es una tarea casi imposible (y más en este tema). Con un poco de experiencia y tablas, Verónica podría hacer de vez en cuando actuaciones de este registro. Le doy un 6,5.
Sergio: Silencio, cariño mío
Sergio ha hecho su mejor actuación de concurso (de eso no hay duda). Técnicamente ha estado muy bien estabilizado y hoy le ha puesto mucho sentimiento. También hay que reconocer que el contexto extraescénico le ha ayudado mucho y que parte de la carga lírica provenía de una fuente que no tiene nada que ver con la canción. El producto ha sido muy efectista (muy bien vendido y resuelto) pero el hecho de enfocar la cámara muchas veces a la madre del concursante (a la que hacía 2 años que no veía) y el clima creado antes de la actuación, ha cobrado demasiada importancia. Me da rabia porque Sergio podía haber llegado a fundirse totalmente con su canción sin necesidad de estos artificios externos. Creo que los elementos externos (ligados a vidas íntimas y personales) no deberían tener repercusión en una actuación, ya que quitan pureza. A Sergio no le gusta mucho moverse (o si se mueve posee demasiados vicios en las extremidades que afean el resultado final). Por eso, este tema le venía como anillo al dedo, ya que con su sola presencia escénica, su propio fondo físico conseguía transmitir mucha fuerza. Su voz tan caliente le ha ayudado a crear un ambiente intimista y cercano, que era una delicia y daba mucha convincencia. Me ha gustado mucho el remate de algunos finales y alargamientos. Una pena que un foco importante del lirismo proviniera de donde no debiera. Quiero ver así a Sergio pero sin necesidad de esos mecanismos externos. Le doy un 8.
Elena: Maldito sea el querer
Una de las mejores actuaciones de Elena en lo que va de concurso. El temazo que tenía resulta muy resbaladizo para una chica de tan poca edad, y al principio tenía mis dudas. Finalmente, puedo decir que por primera vez he podido ver a una Elena adulta, madura, con giros y matices muy elegantes, muy señoriales, como si fuera una profesional. Por fin ha modulado, ha intentado mucha garra y mucha intención vocal y dramática. Hoy sí la he visto con una actitud de artista, más segura, más creativa, buscando dar toques bonitos y funcionalistas en la parte dramática, para resultar convincente y transmitir. Es verdad que no se ha dado de manera homogénea en todo el continuum fónico, pero al menos, en algunos tramos ha conseguido exprimir petróleo y eso es un paso muy importante. Lo que tiene que hacer es intentar llenar todo el espacio dramático y vocal, sin dejar vacíos y así conseguir equilibrar sus productos. Hoy ha sido una pequeña chispa que valoro muchísimo. Es verdad que el producto puede pecar de irregular, de estar muy mimado en algunos tramos y muy dejado en otros, pero lo de hoy ha sido un aviso de que Elena puede hacer cosas de calidad. Tiene que potenciar más la puesta en escena, y medir mejor sus movimientos. Por ejemplo, deja la mano a merced de movimientos muy improvisados, de tal forma que parece estar botando una pelota, sin control ninguno. Hoy ha hecho una interpretación muy correcta, con algunas partes brillantes. Un diamante en bruto. Le doy un 7.
Raquel: Con divisa verde y oro
Aunque los pasodobles no sean la especialidad de Raquel, hay que reconocer que ha hecho una actuación notable. Es verdad que después de actuaciones como “Poema de mi soledad” o “La loba”, a lo mejor pasar a un contexto más ligero resulta demasiado brusco, pero también hay que reconocer que le da un carácter polifacético de cara a una proyección comercial para el gran público (también muy importante). Ha tenido una buena actitud, ha cantado bien (muy afinada), y lo ha contado muy bien (con fuerza, garra, poderío). A lo mejor ha faltado dar algún toque más efectista e innovador para dejar al receptor con la boca abierta. El tema lo ha vendido muy bien, y su punto más débil (los gestos y la expresión facial) se van mejorando poco a poco. Hoy a lo mejor ha resultado un pelín mecánica, pero también es verdad que se congeniaba muy bien con el registro, y resultaba vistosa en escena. Le pongo un 7,5.
Coral: Elvira la Cantaora
El tema le venía como anillo al dedo a Coral (de eso no hay duda). Ha seguido perfectamente la estructura de la canción: ha cantado con gracia y alegría en las partes descriptivas y poniendo cierto sentimiento en las partes narrativas. La puesta en escena ha sido muy buena, gracias al abanico y la coreografía. Coral es muy rítmica y esos movimientos le ayudan a mover temas ligeros como estos. Es verdad que tanta puesta en escena y tantas subidas han hecho un poco de daño a la parte técnica, sobre todo, a medida que avanzaba el tema (voz más cansada, alguna desafinación, más ahogada). Creo que le ha dado al tema un enfoque demasiado agresivo. Debería haberse relajado más y no darle tanta fuerza, ya que las partes dramáticas, aunque sean “tristes”, tampoco hay que exagerarlas y desbordarlas tanto, ya que crea una dicotomía que no le va al tema. En esta ocasión le doy un 6,5.
Coral de Juan Jumilla: Doce cascabeles
Jumilla elige temas muy efectistas, ideales para divertir al público y que no requieran dificultad para compenetrar las voces. No quiero decir con eso que la canción resulte “pan comido” pero también es verdad que en comparación con los otros grupos, es el que menos arriesga, ya que elige temas muy movidos, con alto componente de puesta en escena y no tanto de interpretación. Por eso, el producto es correcto, pero falta riesgo, evitar la abulia y el estancamiento, buscar la sorpresa, ponerse metas más difíciles. La actuación ha sido buena, con mucha compenetración y sintonía entre los miembros. Se han divertido, han bailado y han cumplido la pretensión del tema, pero sin ambición. Por eso les pongo un 6,5.
Coral de María Rubí: Suspiros de España
La mejor coral de la noche. Aunque ha habido alguna cosita a nivel de letra y de compenetración, la canción elegida resultaba más complicada y había que hacer un esfuerzo mayor por ejecutarla tanto a nivel técnico como a nivel dramático. En las partes en conjunto, el resultado ha sido aceptable (aunque sin brillo y con algunos desajustes), pero donde de verdad han puesto calidad e intención dramática, con una actitud nostálgica (tal como requería el tema) ha sido en las intervenciones individuales. Ahí han sacado todo el jugo que han podido y han transmitido muchísimo más que en grupo. Les pongo un 7 (no olvidemos que es una coral).
Coral de Olga: A bailar, a bailar
Esta semana Olga ha optado por hacer lo que sus dos compañeros suelen hacer: elegir un tema de poca pretensión y donde se requiere una buena puesta en escena, mucha energía, mucho baile y diversión. El problema es que el componente lúdico se les ha ido de las manos (excesivamente) y eso ha hecho que a nivel vocal la actuación haya sido desastrosa, sin compenetración ninguna cuando cantaban a la vez, cada cual por su lado, sin entender absolutamente nada, oyéndose un batiburrillo de voces sin control. La actuación se ha salvado por las partes individuales y por la puesta en escena, ya que ha sido muy animada, creando una atmósfera entrañable y festiva, que animaba a ponerse de pie y bailar. Muy buena actitud, muy buena técnica motriz, correctas aportaciones individuales pero desastrosa la compenetración. Un 5 (ya que esto último ha sido terrible).
Reto final: Coral VS Marceliano: María de la O
Coral: El timbre de Coral no pega mucho con este tipo de temas tan intimistas, pero a la vez tan intensos y densos. Hay que tener cierto “pellizco” que ella por naturaleza no tiene (pero sí por artificio). En expresión corporal y puesta en escena se ha comido a su rival, y por eso, en conjunto creo que ha quedado más vistosa. A nivel vocal, el color de voz no conectaba con el tema, y por eso no ha conseguido crear la atmósfera que requería el tema. Por eso, en conjunto, la actuación ha quedado como muy poco natural, muy poco espontánea, muy postiza, muy retórica. Se notaba que Coral no estaba cómoda ni se sentía dentro del yo lírico. Se ha esforzado por querer llegar (y se puede decir que en algunas partes lo ha hecho) pero sin empaste, sin empatía, sin estética vocal. Ha matizado, se ha peleado con el tema, y aunque no haya quedado del todo bien, al menos sí ha habido actitud (al contrario que su rival) y demuestra que sí pone intención en querer meterse en las entrañas del tema (aunque luego no lo haya plasmado). Esa actitud merece un 5.
Marceliano: El color de voz conectaba mucho mejor con el tipo de canción. De ahí que resultara mucho más estético y agradable a la hora de escuchar, y creara esa atmósfera tan introspectiva e intimista que se requería. Sin embargo, creo que no se ha peleado nada con el tema, ni ha exprimido nada las posibilidades vocales de la canción. El producto ha sido más natural y sincero, pero todo ha sido en modo piloto automático, sin reforzarlo con ningún elemento. El resultado ha sido un paseo plano por el tema, muy lineal, sin matices, que sacaba el receptor del contenido. A nivel de expresión corporal y puesta en escena no ha aportado nada a la actuación y le ha hecho perder el lirismo que sí tenía la voz. Por eso, en conjunto no ha estado tan acertado. Sonaba bonito, pero sin refuerzo de expresividad. Coral no sonaba tan bonito, pero sí ha “engordado” su actuación con otros elementos (también muy importantes), además de la voz, y por eso su rival ha exprimido más el tema. Un 4,5.
Reto inicial: Coral VS Miguel Ángel: Ay pena penita pena
Coral: La ejecución de la canción ha sido correcta con alguna desafinación esporádica. Sin embargo, creo que a nivel interpretativo ha faltado mucho para llegar a hacer una versión eficaz. A Coral le ha faltado fuerza, garra, poderío, y en general, no ha transmitido tanta emoción como otras veces. Esto es una canción que se da mucho a utilizar matices, para que cada “penita, pena” suene de manera diferente. Yo creo que Coral tenía que haber exprimido mucho más vocalmente este tema, y no usar como único punto de fuerza la puesta en escena. En canciones como esta, una buena base escénica no es suficiente. Hay que buscar la emoción a partir de la voz, y hoy he visto a Coral demasiado fría, como en una coraza. Bien cantado, pero no contado. Ha faltado mucha más densidad dramática. Un 5.
Miguel Ángel: El color de voz del retante se fundía mejor con el tipo de canción. La voz de Coral resulta muy neutra, lo cual obliga a tener que reforzarse para llegar al matiz idóneo en temas tan densos como estos. En cambio, la voz natural de Miguel Ángel resulta mucho más transmisora, portadora de matices inherentes (sin tener que buscarlos). Yo creo que ha enfocado la interpretación de una manera más inteligente que su rival. Llegar a la fuerza, la raza y la garra de Lola Flores es un reto muy difícil, así que ha optado por hacer una versión mucho más recogida e intimista, de tal forma que ha conseguido dar con la clave del tema (el lirismo) de una manera mucho más intuitiva y natural. Es verdad que en puesta en escena y expresión corporal ha sido muy pobre y había un desequilibrio entre lo que dice la voz y lo que dice el cuerpo (la cara, las manos). No obstante, a pesar de los nervios y los fallos técnicos, ha exprimido mucho más el tema que su rival, y se ha peleado por meterse en las entrañas. A lo mejor no todo lo que ha hecho es correcto (ha faltado más fuerza) pero ha sido válido. Un 6.
Marceliano: Sombra de mi sombra
Está claro que Marceliano ha salido al escenario con una actitud de derrotado y eso le ha pasado factura desde el principio hasta el final. Lo he visto muy dubitativo tanto en la letra como en la interpretación. Cuando surgen vacíos técnicos, todo esto acaba afectando a las demás áreas y el receptor sale de la atmósfera creada (no se mete en el tema) e incluso lo pasa mal. Yo lo he pasado muy mal viéndolo, con esos nervios, con esas inseguridades, con esa voz temblorosa, sin saber qué hacer, sin rematar sus intenciones dramáticas. No se ha creado un producto ni dramático ni vocal ni escénico. Se nota que hay materia prima (una voz con un color muy efectista, muy moldeable). Lo que pasa es que no se aprovecha nada, no se matiza. A los fallos técnicos (desafinaciones, errores de compenetración con la orquesta) hay que unirle la nula puesta en escena y expresión corporal (los ojos casi siempre están cerrados, el concursante permanece muy estático, sin apoyarse de gestos). El problema es que todo esto crea como una bola que impide que fluya el corpus lírico, y por tanto, no haya flujo dramático (no haya actuación). Detecto que hay buena intención dramática (Marceliano se sitúa en el registro correcto y entiende la teoría del tema). Lo que pasa es que luego en la práctica no sale bien. Le pongo un 3,5.
José: Pena Mora
Valoro positivamente la contención que ha tenido hoy. Uno de los vicios de José es la tendencia al descontrol y a la transmisión desbordada de sentimientos sin dosificación ni gradación. Hoy lo he visto mucho mejor estabilizado en la parte dramática, sin exageraciones, con una expresión facial muchísimo mejor proyectada. Ha empezado mucho más natural y poco a poco ha empezado la parte lacrimógena, de menos a más, introduciendo de manera suave todo el lirismo del tema. En lugar de empezar ya llorando, hemos visto cómo José se ha ido rompiendo poco a poco. Es verdad que en esta canción ha dejado aflorar de manera excesiva el componente flamenco. No lo voy a penalizar en exceso (ya que no afea ni quita sentido dramático), pero no hubiera estado mal controlarlo un poquito para dar más naturalidad a la voz. Quizá le ha faltado potenciar más la parte escénica (algún movimiento) y corporal (algún gesto). Una vez ha aprendido a dosificar el dramatismo (objetivo cumplido en esta actuación), hay que dar un paso más: intentar que esos elementos dosificados resulten más espontáneos, más naturales, salgan del corazón y no tanto de la cabeza. Por ejemplo, la mirada. José planifica lo que hace. Hay veces que la planificación debería combinarse con improvisación, dejándose llevar por el contenido del tema para que así el receptor se lo crea más. A nivel técnico ha habido algunos fallos importantes en los graves. Le pongo un 6,5.
Sonia: Encrucijada
Dar este tema a una persona tan apasionada como Sonia puede convertirse en un arma de doble filo, ya que los ecos de Marifé son muy tentadores en un tema tan desgarrador e intenso como este. Lo fácil es dejarse llevar por esa vena visceral y barroca, con peinetas por el suelo y grandes alardes vocales. Por eso, creo que Sonia ha hecho una buena elección al hacer una versión ecléctica, dejando las altisonancias única y exclusivamente para los segundos más intensos del tema, y dejar como velocidad de paseo, un enfoque muchísimo más dulce, intimista y recogido. Yo creo que la actriz se ha combinado perfectamente con el personaje. Sin tanta exageración, Sonia ha conseguido extraer muchos matices de la historia que se cuenta y darle a su personaje una psicología con más empatía, cercanía y sintonía con el público. A mí las versiones grandilocuentes de “Encrucijada” no me gustan. Prefiero productos como los de Sonia, muy profesionales, y que juegan y exprimen mejor todos los tonos y matices que puede tener ese contenido. Me ha gustado mucho el recitado final, la mirada a cámara y la interacción con el bailarín. Cuando hay pasión y lo vendes así de bien salen productos como este. Le doy un 9,5.
Natalia: Mañana sale
Yo de este tema he oído muchas versiones, y la de Natalia ha sido una de las mejores. Esas pinceladas flamencas le han dado mucha frescura y un aire muy innovador (además, se daba a ello). Este tipo de experimentos son muy arriesgados, y en este caso hay que reconocer que ha salido muy bien, ya que lo flamenco ha quedado en su justa medida. El “cameo” al puesto de lotería de doña Manolita, ha dejado un producto excelentemente dramatizado. Volviendo a analizar el tema, he bajado el volumen de la pantalla, y he podido comprobar cómo Natalia ha dado muchísima profundidad casi microscópica a cada detalle (que podía traducirse en un gesto, en una mirada, en un movimiento). Yo creo que ha sido una de las actuaciones más perfectas en ese sentido, ya que ha sorprendido y ha captado en todo momento la atención del espectador, creando una atmósfera que te deja absorto desde el principio hasta el final. Cuando creas una atmósfera así, significa que la pasión ha sido máxima. Parece que Natalia ha cogido una línea de actuaciones que rozan el sobresaliente. Me ha encantado la interacción con la escena. Le doy un 9.
Verónica: Soy una feria
Es verdad que el tema no le pegaba mucho a Verónica. Es un tipo de registro para el que se requiere mucha energía escénica. Tantas subidas, bajadas, golpes de cadera, movimientos para un lado, para otro, tienen el inconveniente de descolocar y desestabilizar la voz. Por eso, he notada a Verónica con una voz más agitada, con problemas para controlar las respiraciones y una voz algo cansada en la segunda parte. De todas formas, no ha habido desafinaciones graves, y para la energía que requería el tema lo ha solventado de una manera correcta.
No la he visto tan cómoda como otras veces, pero hay que reconocer que ha hecho una versión muy personal, ha hecho un ejercicio importante a la hora de saber venderlo (no sólo con voz), y aunque no haya estado tan natural y fresca como otras veces, sí ha sabido adecuarse al registro, ha cumplido con las directrices dramáticas básicas y ha puesto “cierta gracia” (aunque no toda la que debería). Imitar a Gracia Montes es una tarea casi imposible (y más en este tema). Con un poco de experiencia y tablas, Verónica podría hacer de vez en cuando actuaciones de este registro. Le doy un 6,5.
Sergio: Silencio, cariño mío
Sergio ha hecho su mejor actuación de concurso (de eso no hay duda). Técnicamente ha estado muy bien estabilizado y hoy le ha puesto mucho sentimiento. También hay que reconocer que el contexto extraescénico le ha ayudado mucho y que parte de la carga lírica provenía de una fuente que no tiene nada que ver con la canción. El producto ha sido muy efectista (muy bien vendido y resuelto) pero el hecho de enfocar la cámara muchas veces a la madre del concursante (a la que hacía 2 años que no veía) y el clima creado antes de la actuación, ha cobrado demasiada importancia. Me da rabia porque Sergio podía haber llegado a fundirse totalmente con su canción sin necesidad de estos artificios externos. Creo que los elementos externos (ligados a vidas íntimas y personales) no deberían tener repercusión en una actuación, ya que quitan pureza. A Sergio no le gusta mucho moverse (o si se mueve posee demasiados vicios en las extremidades que afean el resultado final). Por eso, este tema le venía como anillo al dedo, ya que con su sola presencia escénica, su propio fondo físico conseguía transmitir mucha fuerza. Su voz tan caliente le ha ayudado a crear un ambiente intimista y cercano, que era una delicia y daba mucha convincencia. Me ha gustado mucho el remate de algunos finales y alargamientos. Una pena que un foco importante del lirismo proviniera de donde no debiera. Quiero ver así a Sergio pero sin necesidad de esos mecanismos externos. Le doy un 8.
Elena: Maldito sea el querer
Una de las mejores actuaciones de Elena en lo que va de concurso. El temazo que tenía resulta muy resbaladizo para una chica de tan poca edad, y al principio tenía mis dudas. Finalmente, puedo decir que por primera vez he podido ver a una Elena adulta, madura, con giros y matices muy elegantes, muy señoriales, como si fuera una profesional. Por fin ha modulado, ha intentado mucha garra y mucha intención vocal y dramática. Hoy sí la he visto con una actitud de artista, más segura, más creativa, buscando dar toques bonitos y funcionalistas en la parte dramática, para resultar convincente y transmitir. Es verdad que no se ha dado de manera homogénea en todo el continuum fónico, pero al menos, en algunos tramos ha conseguido exprimir petróleo y eso es un paso muy importante. Lo que tiene que hacer es intentar llenar todo el espacio dramático y vocal, sin dejar vacíos y así conseguir equilibrar sus productos. Hoy ha sido una pequeña chispa que valoro muchísimo. Es verdad que el producto puede pecar de irregular, de estar muy mimado en algunos tramos y muy dejado en otros, pero lo de hoy ha sido un aviso de que Elena puede hacer cosas de calidad. Tiene que potenciar más la puesta en escena, y medir mejor sus movimientos. Por ejemplo, deja la mano a merced de movimientos muy improvisados, de tal forma que parece estar botando una pelota, sin control ninguno. Hoy ha hecho una interpretación muy correcta, con algunas partes brillantes. Un diamante en bruto. Le doy un 7.
Raquel: Con divisa verde y oro
Aunque los pasodobles no sean la especialidad de Raquel, hay que reconocer que ha hecho una actuación notable. Es verdad que después de actuaciones como “Poema de mi soledad” o “La loba”, a lo mejor pasar a un contexto más ligero resulta demasiado brusco, pero también hay que reconocer que le da un carácter polifacético de cara a una proyección comercial para el gran público (también muy importante). Ha tenido una buena actitud, ha cantado bien (muy afinada), y lo ha contado muy bien (con fuerza, garra, poderío). A lo mejor ha faltado dar algún toque más efectista e innovador para dejar al receptor con la boca abierta. El tema lo ha vendido muy bien, y su punto más débil (los gestos y la expresión facial) se van mejorando poco a poco. Hoy a lo mejor ha resultado un pelín mecánica, pero también es verdad que se congeniaba muy bien con el registro, y resultaba vistosa en escena. Le pongo un 7,5.
Coral: Elvira la Cantaora
El tema le venía como anillo al dedo a Coral (de eso no hay duda). Ha seguido perfectamente la estructura de la canción: ha cantado con gracia y alegría en las partes descriptivas y poniendo cierto sentimiento en las partes narrativas. La puesta en escena ha sido muy buena, gracias al abanico y la coreografía. Coral es muy rítmica y esos movimientos le ayudan a mover temas ligeros como estos. Es verdad que tanta puesta en escena y tantas subidas han hecho un poco de daño a la parte técnica, sobre todo, a medida que avanzaba el tema (voz más cansada, alguna desafinación, más ahogada). Creo que le ha dado al tema un enfoque demasiado agresivo. Debería haberse relajado más y no darle tanta fuerza, ya que las partes dramáticas, aunque sean “tristes”, tampoco hay que exagerarlas y desbordarlas tanto, ya que crea una dicotomía que no le va al tema. En esta ocasión le doy un 6,5.
Coral de Juan Jumilla: Doce cascabeles
Jumilla elige temas muy efectistas, ideales para divertir al público y que no requieran dificultad para compenetrar las voces. No quiero decir con eso que la canción resulte “pan comido” pero también es verdad que en comparación con los otros grupos, es el que menos arriesga, ya que elige temas muy movidos, con alto componente de puesta en escena y no tanto de interpretación. Por eso, el producto es correcto, pero falta riesgo, evitar la abulia y el estancamiento, buscar la sorpresa, ponerse metas más difíciles. La actuación ha sido buena, con mucha compenetración y sintonía entre los miembros. Se han divertido, han bailado y han cumplido la pretensión del tema, pero sin ambición. Por eso les pongo un 6,5.
Coral de María Rubí: Suspiros de España
La mejor coral de la noche. Aunque ha habido alguna cosita a nivel de letra y de compenetración, la canción elegida resultaba más complicada y había que hacer un esfuerzo mayor por ejecutarla tanto a nivel técnico como a nivel dramático. En las partes en conjunto, el resultado ha sido aceptable (aunque sin brillo y con algunos desajustes), pero donde de verdad han puesto calidad e intención dramática, con una actitud nostálgica (tal como requería el tema) ha sido en las intervenciones individuales. Ahí han sacado todo el jugo que han podido y han transmitido muchísimo más que en grupo. Les pongo un 7 (no olvidemos que es una coral).
Coral de Olga: A bailar, a bailar
Esta semana Olga ha optado por hacer lo que sus dos compañeros suelen hacer: elegir un tema de poca pretensión y donde se requiere una buena puesta en escena, mucha energía, mucho baile y diversión. El problema es que el componente lúdico se les ha ido de las manos (excesivamente) y eso ha hecho que a nivel vocal la actuación haya sido desastrosa, sin compenetración ninguna cuando cantaban a la vez, cada cual por su lado, sin entender absolutamente nada, oyéndose un batiburrillo de voces sin control. La actuación se ha salvado por las partes individuales y por la puesta en escena, ya que ha sido muy animada, creando una atmósfera entrañable y festiva, que animaba a ponerse de pie y bailar. Muy buena actitud, muy buena técnica motriz, correctas aportaciones individuales pero desastrosa la compenetración. Un 5 (ya que esto último ha sido terrible).
Reto final: Coral VS Marceliano: María de la O
Coral: El timbre de Coral no pega mucho con este tipo de temas tan intimistas, pero a la vez tan intensos y densos. Hay que tener cierto “pellizco” que ella por naturaleza no tiene (pero sí por artificio). En expresión corporal y puesta en escena se ha comido a su rival, y por eso, en conjunto creo que ha quedado más vistosa. A nivel vocal, el color de voz no conectaba con el tema, y por eso no ha conseguido crear la atmósfera que requería el tema. Por eso, en conjunto, la actuación ha quedado como muy poco natural, muy poco espontánea, muy postiza, muy retórica. Se notaba que Coral no estaba cómoda ni se sentía dentro del yo lírico. Se ha esforzado por querer llegar (y se puede decir que en algunas partes lo ha hecho) pero sin empaste, sin empatía, sin estética vocal. Ha matizado, se ha peleado con el tema, y aunque no haya quedado del todo bien, al menos sí ha habido actitud (al contrario que su rival) y demuestra que sí pone intención en querer meterse en las entrañas del tema (aunque luego no lo haya plasmado). Esa actitud merece un 5.
Marceliano: El color de voz conectaba mucho mejor con el tipo de canción. De ahí que resultara mucho más estético y agradable a la hora de escuchar, y creara esa atmósfera tan introspectiva e intimista que se requería. Sin embargo, creo que no se ha peleado nada con el tema, ni ha exprimido nada las posibilidades vocales de la canción. El producto ha sido más natural y sincero, pero todo ha sido en modo piloto automático, sin reforzarlo con ningún elemento. El resultado ha sido un paseo plano por el tema, muy lineal, sin matices, que sacaba el receptor del contenido. A nivel de expresión corporal y puesta en escena no ha aportado nada a la actuación y le ha hecho perder el lirismo que sí tenía la voz. Por eso, en conjunto no ha estado tan acertado. Sonaba bonito, pero sin refuerzo de expresividad. Coral no sonaba tan bonito, pero sí ha “engordado” su actuación con otros elementos (también muy importantes), además de la voz, y por eso su rival ha exprimido más el tema. Un 4,5.
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